viernes, agosto 29, 2003

La escritura tendría que salir de algún lugar a medio camino entre el diafragma y la coronilla. Gran chasco, casi siempre termina siendo garrapateada por los dedos. Ciertamente, sé de algunas excepciones; lamentablemente no me vienen al teclado. Qué pena.

martes, agosto 26, 2003

Vamos zurciendo nuestras entendederas con palabras, y terminamos envueltos en la urdimbre mareadora de nuestra propia invención. Por eso me caen bien las letras: por anabolenas.

miércoles, agosto 13, 2003

Tenemos que idear una forma de hacer de las letras un rompecabezas. La comodidad o la medianía son tan fáciles como peligrosas. Sólo las crisis verbales nos mantienen palabrando. Ansiamos jaques.

martes, agosto 12, 2003

Hágase la interactividad.
Lo curioso de todo esto, es que al escribir nos vamos formando una imagen signal de nosotros mismos. Así, por las letras, nos intuimos como entes verbalizables, afianzables por una curiosa parcela de ideas, poses y demás marañas definitorias. Nos vemos por los dedos, extensiones no nuestras sino de la pluma o el teclado, y a ellos confiamos nuestro perfil histórico: confiamos en que la escritura nos hará de alguna forma perdurables...

viernes, agosto 08, 2003

Revelador: escribir y caminar descalzo sobre el hielo son experiencias turbadoramente similares...

lunes, agosto 04, 2003

Y el pensamiento que es como una esponja rebosada, y uno queriendo enfilar las letras para que fluyan en aguacero: vaso medio mojado.