jueves, marzo 29, 2007

En que de bújeros las mientes

Cuando la poesía es un camello motorizado,
viejos de sus barbas
que cavernas de melcocha,
y con hipo.

lunes, marzo 19, 2007

Los tlamatinimes

Ellos eran los sabios, los tlamatinimes
(tlamatine: "el que sabe algo")
los de la tinta negra y roja [los códices]
guardianes de la sabiduría transmitida.


Ernesto Cardenal



(Entonces vi un gran puré de papa que caía sobre la cabeza del vate.)

domingo, marzo 18, 2007

afiles

Zanjo y anaboleno, otro libro para colaborar con la borra del lenguaje. Se llama afiles, y este es un tramo suyo:


Comprendo que no es un río y otros troncos, que no hay salvación posible en las palabras —que son miente y botana—, que la construcción del seto va más allá de estas gibas-circunstancias: el lenguaje malevo, las esquinas con armas tomadas, un alto que fue chocado y se sostiene al filo de su trice.

§

Comprendo que el poema es un tránsito de miradas que todo lo fuercen, de voces que uno se inventa en la calle. Una rueca de llantas, el humor pegajoso en las suelas de las voluntades, caminar ese tramo de vida que es tianguis y sedación y chínguele y espasmo de gente que evade, de silencios que atañen, de carraspes vocingleros en estado de armatoste.

§

Comprendo —y no es cierto que comprendo, por supuesto y por el nuestro— que este lindero es un boquete en el centro inexistente de la medianía, que sus voces y sus arranques fileros son rúbricas de inconciencia, que sus amasijos de color e indumentaria son veta de nadie, que no hay descubrimiento posible porque todo es aguaje, tránsito que muesca blandengue, mito de molienda cotidiana y perfiles fronteros, en abismo, barrancados, medianeros, goznes, doblamientos, arrobos mercantes, sueños aleros.

§

Sin embargo la poesía —este tótem que no es cierto— quiere saber todo, quiere escudriñar los cruces, este parque en movimiento, la búsqueda de los sentidos para darle un nombre, el sonido de sus algos. Entonces se retuerce y suena, espera, vela por los entrecruzamientos, espera, encuentra la forma de brincarse al tambo de la invade letrera, espera (o es manzana) y arroba, y pásele, y espera. Siempre espera.

§

Así, la fronta prosera se poemía de filor, cruza trices asfaltos, enhebra de trilles la búsqueda cencerra y corte, al otro lado de la palabra, frente de lado, cruce de vela, tela de nadie, jaspeadura que anda, luenga, perversa, continuada.

Y cuánto.







































—¿Impedimenta?
—No. Es la frontera que zarpa.




miércoles, marzo 14, 2007

Enque la enjambre mala crispó...

Enque la enjambre mala crispó e le puso mecha al sobajado contraríe defendiente...

...que vide o sentide entonces cosa de verse, que era un séquito que de tan gran cosa no hase visto, que tal era la cuantía de su número que no era cosa de ser contada, y daba chanza de gran bullicio del tan grande que era su sonar, y era haber de gran prodigio.

Y sucedió que hanse subido aquellas husestes apertrechadas e yenas de bravura,
y al filo de la escaramusa que en desa batalla se presentía, anse instalado en la gargante e anle horadado y hecho muescas en su rancho, y yantado de las esas carnes tan desprotegidas, y hecho racimo...

...y es en ese estado, de gran dolor y opresión, mal ponzoña les haiga como un fario duradero, que me encuentro a la espera del efecto adormidero de la esta infusión, tal que alivie esta escalde y resquemores que de la gaznate ésta anme hecho un hi de malhadada lid, amén de lo todo dicho y que así le sea.

domingo, marzo 11, 2007

Trufas y chanchos

Somos chanchos.

Las trufas o las bellotas son el tajo de sabor y saber que perseguimos, chambones y despistados, con la certeza de que nunca serán nuestras.

Poesía es trufa.

Trufa es embuste.

Qué feliz.
Hans Bellmer

lunes, marzo 05, 2007

Carta

Ya me curé de la literatura.
Estas cosas no hay cómo contarlas.
Estoy piojoso y eso es lo de menos.
De nada sirven las palabras.

Está haciendo frío
por unas razones muy sencillas
que no recuerdo ahora.
Tal vez porque es invierno.
Unos libros forrados
que hallarás en mi casa
explican con lucidez indiscutible
la razón de las temperaturas.

[...]

Salomón de la Selva

Costras

Para las palabras, los dedos están más cerca y mejor posicionados que la cabeza.

Toda escritura es digital, artefacto, manualidad.

La ideas no existen: solamente las verbalizaciones que, fulmunas, rebaban pensamiento.