sábado, diciembre 30, 2006

Coronada de palmas
como una diosa recién llegada,
ella trae la palabra inédita,
el anca fuerte,
la voz, el dienta, la mañana y el salto.
Chorro de sangre joven
bajo un pedazo de piel fresca,
y el pie incansable
para la pista profunda del tambor.


*

(Blanca y cansada,
la gorda luna
cuelga colgada)

*

Sensemayá, con sus ojos,
sensemayá.
Sensemayá, con su lengua,
sensemayá.
Sensemayá con su boca,
sensemayá.


Nicolás Guillén

*



Nicolás Guillén,
negro que negro
y
jode que suma:
caldo que escalde,
e aé.

Extraño.
Y luego las letras se capirotan:
¿qué deviene este masacote?

miércoles, diciembre 27, 2006

No hay estilo que no sea un cliché, venga de ahí o vaya para allá.

*

Entre estilista y estilita hay solamente una letra.

*

Estilo son holanes y punto (de cruz).

*

Estilo es gorgoría.

*

Estilo filura que blande, hojaldre que croca, lima que roma, deshilache y cuerda destemplada: dos puntos.

*

Estilo es aguadura. Panda la panza del lenguaje, su mojón la desfonda y plop. Encharca.

lunes, diciembre 18, 2006

¡Gordolobo!

sábado, diciembre 16, 2006

Mr. blue bird on my shoulder is the truth.
Este era un mensaje que ahora no es.

Lo he borrado por ñato y pacote.

¡Nequáquam!

jueves, diciembre 14, 2006

¿Habría Babel en confetti?

En que la solitud, luego serpentina.


(Then rains the j song)

miércoles, diciembre 13, 2006

Inminencias badajas:
talán alado.

martes, diciembre 05, 2006

Y bueno, sucede que los apalabres forman grietas en el trance diario:
entonces uno se pone a escribir con sueños de catarsis,
cual si las letras parchadura -o parchablanda, cuando menos-,
bondo que todo lo remiende,
zurcidmiento invisible y bien.

-Entonces los apalabres se voltean a ver entre sí, hacen su mueca de siempre, y vuelven a su juego, a ver quién tiene la sota de bastos.-


(Y no deja de ser curioso lo anacrónico de los apalabres, que utilizan baraja española para matar el tiempo; en todo caso, habría que verificar las fuentes. A mí no me consta.)

martes, noviembre 28, 2006

Estoy engrumeciendo de academia:
tengo tronchos los quicios y bolutas las entendederas.

*

La prosapia sabionda supura sopores rancios:
guay de su aguamalía jococa.

miércoles, noviembre 22, 2006

Pero si la poesía es un guiño del lenguaje
retruécano de mis avatares,
¿do pesar que no concilie aldabas lenguaraces?

Entonces alguien llama a la puerta.

(Y la puerta, por supuesto, poniendo cara de palo, lo ignora) Pensándolo bien, las puertas todo lo ignoran.

¿O sí?

sábado, noviembre 18, 2006

Y no hay otra cosa que una ronda de mapaches, un talán talán de síncopas embonas, un sofreimiento de jolgorios al sazón de mantequilla, pluma de plumas y entresueño, tocar tierra con las manos y camina, observar insectos que son ala y zumbor, verdes de espejo visel, de ojos que saber el sabor, de todo y un mecimiento largo, largo, que conduce a dónde y cuánto tiempo, todo es voz y uno escribe que escribe como si las letras, como si la luna que no es de queso, como si es la noche y luego nada, como silencio mullido y entonces, alamar espume y despacio, media sombra y sí, tiesto de rubor, sus pies descalzos.

miércoles, noviembre 15, 2006

Lo peor que puede pasarle a la poesía es la pureza.

lunes, noviembre 13, 2006

AVISO y coda

Este viernes 17 de noviembre, al filo de las 7:30 p.m., estaremos presentando Zoofismas, bestiario poroso y remo, en el Café Literario del Teatro del Estado.

El libro es un recuento de las animaladas guarras que suelen hacer los poetas, especialmente con la poesía.

En la página 75 de ese confesionario, dice a la letra:



Los poetas



Amo a los poetas como a los insectos y a las vacas:

acorazados, animales zumbones,

o grandes corníferos jaspeados de tinta,
pastándose los unos a los orcos,
cínicos y espantasiempre
al filo de la mansedumbre,

casa y caza rehilete
al vuelo de sus moscas,
vitales e improcedentes.

Eso dice.


sábado, noviembre 11, 2006

Si la poesía se oblonga,
horma de sus zapatos.

Entonces los clavos en la suela y punzón,
calcetines olvidados que almidón y sude,
el poema se chirría metonimio
de su lengua perforada,
ric rac y luego cacle.

viernes, noviembre 03, 2006

Palabraje: trapos, tropas, tripas, trepas y postres.

¿Qué hacer cuando el aserrín por las orejas?

miércoles, noviembre 01, 2006

Sobre los Zoofismas escribió mi amiga Elmita, escribidora/jolgorio y estupenda:

La naturaleza permite que el toro brame, que ruja el león, muja el buey, rebuzne el burro, cante el ave, gruña el lechón, ladre el perro, aúlle el lobo, maúlle el gato y relinche el caballo, pero sólo consiente la risa al hombre.

Y es en las coyunturas de los reideros, que el espejo de la fauna que transita el fabulatorio de Zoofismas se construye, mientras el reflejo babélico de algún zoólatra zoantropo zoomorfo, desmiga el vínculo entre el nombre y la cosa: hace de las voces animales asideros a la lengua, acróbatas del diccionario, artificio kamikaze de la palabra, eclosión del verbo que gravita en torno al verbo, lenguaje que a fuerza de decir se muta y se recompone, lenguaje que se escudriña, quimérico, metamorfoseado, y sólo atina a soltar una carcajada.

Gracias gracias gracias.

martes, octubre 24, 2006

Si el poema se troncha,
fábulas de Esopo y hálitos de Pérez Prado:
¡Mi vida! ¡Mi viditas!

*

Poesía:
estrépito pachón,
pneuma dormido,
paso cadente.

*

Finisecular es una palabra decimonónica.

*

Entonces, aparecen los viejos hermosos (igual que un pájaro con el sexo atravesado por una aguja) con sus barbas blancas, toman sus picas y gorras: entre empujones, entran chanceros por las orejas y se ponen a cantar sus historias de quién, faunos malevos pasandito la vigilia.

*

Buena lid: ser dormición foránea, hogaza de sueño, recoveco acurrucón de alguien.


miércoles, octubre 18, 2006

El impermeable de paja
de los hombres de la balsa: en la tormenta,
traje de flores.

-Buson (1716-1783)

jueves, octubre 12, 2006

Primer diálogo entre Eufonio y Nequáquam, al filo de sus contrarías:

-La primera persona es una majadería especular, fatalota y gajo.
-...
-Hay un hervidero cuajo de palabastros, letranías, artifagias, regadoñas y pínices glaucos.
-...
-Uno es un escalofrío romo.
-...
-Rezumiendo: esto es una disolución mambrina, chocolata.
-...

(Las luces permanecen encendidas; silencio incómodo)

martes, septiembre 26, 2006

Algún zumbor trama carcoma en la bisutería de mi cuerpo.

Soy una granada madura en el suelo;
el tremor perplejo de un vuelo consumado.

Ser poeta es de lo más erosionante.

Arredro.

sábado, agosto 19, 2006

La escritura es una analgesia soflamera, una ganzúa de mantequilla, el charco diagnóstico de una crisis que chorrea asegunes.

martes, agosto 15, 2006

El espejo de la poesía es una panza gigante.

*

Poesía es borborigmo.

viernes, agosto 04, 2006

El silencio nos caverna por sus ínfulas de espejo.

domingo, julio 30, 2006

Cuando los textos remambaramban, el decir se pone pánico:
el estilo es una cáscara de banana con vocación de resbaladero.

lunes, julio 17, 2006

Hay que urdir la pelambre chamusquina del poematraca, antes que se le pase el estado de celo.

*

Un día, a un poema, el quicio le devino blandengue. Hoy se dedica a slogan.

sábado, julio 15, 2006

Poesía es paradoja:

¿Hay un ombligo al centro de todo esto?

Un ombligo, claro, que retiemble en su(s) centro(s) la tierra.

viernes, julio 07, 2006

Era el tiempo del celo
del pájaro de fuego que dormía en el mandil de los herreros,
cuando mi corazón pegaba su oído a la tierra
y escuchaba el rumor de horda de las palabras.

-Agustí Bartra-
Que el poema muerda.

O algo.

martes, julio 04, 2006

Este es el herrumbre lumbrón de un peaje ventisquero de palabras que felizmente, al final, terminé borrando.

Estas son sus erraduras,
un quicio de sus rebabas.

lunes, junio 26, 2006

La poesía es indefendible; sólo los malos poeta defienden su poesía.
Novedad:
fuera de la poesía, la poesía no existe;
la poesía necesita de la poesía para ser.

viernes, junio 23, 2006

Habría que renunciar a la estética, o cuando menos terminar de quitarle la cáscara: dos puntos.
El lenguaje es una cubierta de pelusa que caverna para no mojarnos de pelambre afortunado.

En tanto los dedos traca ta traca.

(Y claro: en el fondo, mueca)

miércoles, junio 14, 2006

Aurilegio refocil al retamar remambarambo del arrebol chico y feraz del día a día.

Es estupendo estar.

martes, junio 13, 2006

** Este texto lo escribió el buen Poncho Garcicortez. Gracias a él.


Notas para la presentación de

Zoofismas
de Raúl Fernando Linares

Alfonso García Cortez, mayo/06/Feria del Libro

La fascinación por los animales ha estado presente desde que el hombre es hombre o cosa similar, acaso porque forman parte inevitable de nuestro tránsito por este mundo... y por el otro.

Es en los animales que nos miramos reflejados, pues en ellos reconocemos y a ellos atribuimos nuestras virtudes, defectos y pasiones. O será tal vez que nos asusta una identificación más profunda siendo como es el hombre, un animal, pero uno que se define a sí mismo diferente y superior a esos otros que, compañía o alimento, salvación o amenaza, mansitos o salvajes, nos pueblan el universo real, pero también el simbólico.

De lo anterior existen innumerable testimonios: las pinturas rupestres, las elaboradas construcciones mitológicas de la antigüedad, la magia, la historia natural, las artes y las alegorías religiosas... Tales, por ejemplo, las fábulas del mundo clásico, o los Bestiarios medievales que describían animales reales o imaginarios, para proporcionar una enseñanza moral.

Y digo los Bestiarios porque sobre esta tradición recordamos, inevitablemente, a Juan José Arreola y a Julio Cortázar. Borges tiene el suyo, el Manual de zoología fantástica, que es también una suerte de inventario de los animales que campean por las literaturas clásicas, las orientales y aún la Biblia. Por su parte, Arturo Arredondo, en Gozoología mayor, explora "los detonadores del erotismo, y particularmente de los efectos del valor simbólico que el mito o el arte han conferido a ciertos animales". Roberto Castillo añade el "lagartario" familiar que forma su "Cartografía del alma". Y el poeta español Angel González en su "Introducción a las fábulas para animales", propone la fábula al revés: mostrar a los animales cómo ser más animales mediante la observación de la conducta humana.

Siguiendo estos caminos, Raúl Fernando Linares nos proporciona su propia interpretación de este género que es el Bestiario, en Zoofismas (Premio Estatal de Literatura 2004), dividido en tres partes: "Babel en Esopo", "Cunas para dragones" y "Esas bestias mansas". En semejantes prados pastan los especímenes más diversos: el mono y sus reminiscencias darwinianas, el metafísico y cervantino Rocinante, el esforzado y fiel Babieca, la cachora miniosauria, el ornitorrinco espejo; lo mismo el hongo microscópico que el mítico dragón, el camarón trilobite y las lombrices. También ese hijo que es cachorro de esas bestias por fin domesticadas: el poeta y la poesía, contrapuestos a la definición de Pancho Morales "...las condenadas, las malditas palabras, esas bestias sin amo...".

Un Bestiario, en suma, en donde sólo falta, para complementarlo y par darle su forma concluida, esa bestia mayor que somos Usted y yo; el público lector.

Bienvenido sea.
Con todo,
esto es un río de conejos bonanzos
y al filo de su lechuga,
un mapachal en domingo,
sin antifaz y de cola trenzada.

viernes, junio 09, 2006

La belleza es una suma de chanchos, decidiendo a puerta cerrada cuál es la mejor mazorca de la temporada.

La belleza, por su parte, sigue pensando en otra cosa.

La belleza, por su parte, sigue papando moscas.
Corrección:

la belleza es la hache (muda) que muerde las rebabas de nuestros abecedebrios.

Si lo bello no atolondra, ánimas que no amanezca.
La panza de la belleza es lo de menos.
Vivimos cazando ombligos.
Ahí está la verdad, panda y nomeolvides.

martes, mayo 30, 2006

El estilo es un abismo sin fondo en el que se cae a fuerza de buscarle las orillas al lenguaje.
El estilo es un abismo sin fondo en el que se cae a fuerza de buscarle.
El estilo es un abismo sin fondo en el que se cae.
El estilo es un abismo.
El estilo es.

*

El estilo es detestable.

*

El estilo es desfondable.

*

El estilo es un peso muerto.

*

El estilo es un perro callejero al que atrapan justo antes de volver a caer en la trampa de imaginar que es libre mientras huye.

*

El estilo es siempre pomposo (y es curioso: escribir que algo es pomposo resulta fatalmente pomposo, como el estilo).

*

E s t i l o

e s
e s t i l e t e

*

martes, mayo 23, 2006

El discurso de los poetas es un perro que se persigue la cola.

Al mundo, en realidad, le importa un pepino (o dos, cuando mucho) lo que el poeta proponga como refociles del lenguaje o la forma estupenda en que la poesía pueda transformar la realidad.

El poema no es más importante que los condimentos, el futbol o las fotos de abuelita.

La diferencia es que el poema está permanentemente preocupado por sí mismo, por sus reflejos, alcances y lecturas.

La poesía es esencialmente hedonista.

En este caldo lechal, las poéticas son, en última instancia, linimentos que los poetas utilizan para aliviar el picor de sus ocios, la comezón tenaz de sus afiebramientos adonitas, el bondo especular de sus chapetes.

miércoles, mayo 17, 2006

Los poetas se sueñan soñados por el sueño de Dios.

Felizmente, Dios tiene mejores cosas en qué soñar.

lunes, mayo 15, 2006

Ursula punza la boyuna yunta;
la lujuria perfuma con su fruta,
la púbera frescura de la ruta
por donde ondula la venusa junta.

(...)

Hay bilis en las rudas armaduras;
y una burra hace hablar las cornamusas.

-Julio Herrera y Reissig-

viernes, mayo 12, 2006

Si la lengua ropa lavada, la poesía mancha de mole.

martes, mayo 09, 2006

Hanse las letras cuaje de tan alharacas, pandas e pasguatas.

Hete que desguance este desplume en clave de cuas.

Malsonó.

Otrosí.

¿Qué no?

sábado, mayo 06, 2006

No nos hagamos las ilusiones: las letras no saben de qué estamos hablando.

martes, mayo 02, 2006

Entonces dije a Dios:

--Los rompecabezas están donde siempre, reunidos en su salón de eventos, chambones, contertulios y rigurosamente cool. A ellos no les preocupa ser acá, estar in o que la gente al verlos diga "Uyuyuy". Ellos quieren romper cabezas, ser bidimensionales y cromáticos, vivir del ensamble y la engañifa, embonando o no, dibujando algo, geniales, garabatos y ligeramente desvelados. La cosa es que ellos siguen con su cotorreo, ¿me explico, Señor? Brindan con su compañero más cercano y siguen siendo como son; a tu imagen, pues.

Dijo entonces Dios:

--¿Eh?

Entonces dije a Dios:

--Los rompecabezas están donde siempre, reunidos en su salón de eventos, chambones, contertulios y rigurosamente cool. A ellos no les preocupa ser acá, estar in o que la gente al verlos diga "Uyuyuy". Ellos quieren romper cabezas, ser bidimensionales y cromáticos, vivir del ensamble y la engañifa, embonando o no, dibujando algo, geniales, garabatos y ligeramente desvelados. La cosa es que ellos siguen con su cotorreo, ¿me explico, Señor? Brindan con su compañero más cercano y siguen siendo como son; a tu imagen, pues.

Dijo entonces Dios:

--Ya, pues, ya. Escribe todo lo que me has dicho.

Entonces dije a Dios:

--Yastás.

domingo, marzo 12, 2006

Abandono este sitio por un buen tiempo.
Un buen tiempo abandono por este sitio.
Buen abandono por este sitio un tiempo.
Este tiempo abandono por un buen sitio.
Un buen tiempo sitio por este abandono.
Abandono tiempo este sitio por un buen.
Este buen sitio por un tiempo abandono.
Un buen abandono sitio por este tiempo.
Tiempo un buen abandono por este sitio.
Este tiempo sitio un buen por abandono.
Un buen sitio abandono por este tiempo.
Por este abandono sitio un buen tiempo.
Un buen tiempo por este sitio abandono.
Sitio tiempo este abandono por un buen.
Abandono este buen tiempo por un sitio.
Un tiempo buen abandono sitio por este.
Sitio este tiempo por un buen abandono.
Y luego del parpadeo, un vidrio empañado.


jueves, marzo 09, 2006

Y sucede que el mundo se convierte.

El espacio cavernario en el que las letras, en el que la conversación acerca de si sí o si no esta o aquella palabra, cuando el tiempo es un mastique blando y la nochición un barrilote sin fondo, resulta ser siempre un otrismo pasajero, un paréntesis fortuno y duende que, como todos los paréntesis fortunos y duendes, termina siempre descuajeringado, famélico, inopinado, mendaz y cusho.

Somos presas del desfonde.

¿Por qué la algarabanza resultará tan mordedoramente basilisca?

Entonces uno se angustia y sigue escribiendo.
Como si sí.
Como si nada.
Como si todavía.
Como si mañana.
Como si todo cuerpo que se sumergiese en un líquido experimentase un empuje de abajo hacia arriba igual al peso del volumen del líquido desalojado.

Como si eureka.

lunes, marzo 06, 2006

La poesía no es sino una forma de perversión garabata, un retorcimiento zumbón de cortesía por la vía duramadre.

Habemus pelele anapoyesis.
Intríngula composta, nido de cabrituras:

la maceta.
Paso del refocile a la sotanía: dos miasmas y a la iscuerda.

La hornydad por el espacio vacío

Heme hache, muda pachona.

viernes, marzo 03, 2006

Mierda.

-Gabriel García Márquez-
¿Qué es un desgaje?

lunes, febrero 27, 2006

Poesía tornatrás para después de la malapata

Poesía tornatrás para después de la malapata
(autofusil compendioso)

1. La poesía es un rebaño de lanzafuegos. Debería abrasarlo a uno siempre, en todos los casos.
2. Dado lo anterior, el poeta debería vivir en permanente estado de quemazón.
3. Se lo merece.
4. ¿Y qué cuando las palabras engrudan la chamusquina que nos brea? Yo las tarumbo, las almizclo, las chapopoto.
5. La poesía no es cierta. Es exacta.
6. Sin embargo, el poema es siempre una variación de sí mismo, un ensimismamiento jugando a las escondidas.
7. La poesía es un filo de lenguaje en estado de trapecio.
8. Si el poeta sabotaje, la poesía trinitrotolueno.
9. Hay que replantear a poética de los poemarios. Prefiero pensar en los poemas como animales gregarios. La teoría del poema solitario resulta ya insostenible.
10. El poema siempre dice otra cosa, lo que pasa es que uno es muy terco.
11. A palabras necias: no dejes de anotarlo.
12. La poesía seminal resulta siempre pegajosa.
13. Si el poema no crotona, anguila nuestros muerdos.
14. Poesía: sarna jocunda.
15. El poeta es un facedor de filamentos:
rastroja yunto las letranzas,
araña lo que digo,
púa de picor
los apalabres,
malabar y filabaja.
Raspa.
Amalgama.
16. Las relaciones con la poesía deberían ser siempre problemáticas. Un poema que no mueve algo, que no cambia las cosas de sitio o genera comezón en alguna parte del cuerpo resulta infelizmente en palabraje inmemorial, luego pasto de tambo. El poema como punzón, cautín, hiedra de veneno, piedra en el zapato o serrucho; el poeta como líder carismático, fundamentalista de algos, golpeador de cantina, zancudo de cama o mal payaso; la poesía corte, guamazo, zumbido, hermanito preguntón o caldo derramado.
La poesía debería ser siemre una molestia para alguien.
17. Cuando los poetas no punzan, garrapatan.
18. Hacer poesía es una persecución pánica y orgía. Es buscar la sombra del reflejo de un espejo pando, calabozo y panzabajo.
19. Paso en falso, la poesía filigrana desbarranque. Marea, orilla y empuja. La muy oronda.
20. -Es Usted un marranazo, una porcina persona -dijo la poesía-. El bohemio calló.

domingo, febrero 26, 2006

Derecho de réplica

Tengo que usar la primera persona.

Hanme hecho la mejor crónica que mortal alguno pudiere desear. Lleva por título "Busca enamorar, leyendo". Es primorosa. La leo y, con lágrimas en los ojos, no puedo menos que exclamar: "Mis poesías están bien preciosas; chulas de bonitas; son bien hermosísimas; la neta yo, de grande, quisiera, quisiere, quisiese escribir como yo.

Todo yo soy de un garbo pavoneado.

Soy un donaire que pompa y circunstancia.

Yo sí escribo bien bonito.

Odumodneurtse!

miércoles, febrero 22, 2006

Si el poema canta, pélate Tin tan.

domingo, febrero 19, 2006

Por otra parte, la poesía nos promulga definitivamente.
Nos exhibe en medio del decoro:
desnudos, con la cara pintada de colores y un par de orejas de burro.
Luego nos desenmascara, y somos otra vez nosotros:
desnudos, con la cara pintada de colores y un par de orejas de burro.

Cada poema debería ser un portazo.
Cada puerta es, a su modo, un poemazo.
Lo Otro ha desaparecido
Heme de melcocha y porca fornitura.

Jario cataplunes y sobajes.

Orco.
En última instancia es poco, muy poco lo que pueda uno hacer con las letras sin que éstas lleguen a ponerse rancias.

Rancias y espejas.

La escritura se nos va poniendo requesona en la medida que empezamos a creer en ella. Se trata de un juego que tiene más que ver con la madrastra de Blancanieves que con las depuradas técnicas especulares de Borges. Cada vez que escribimos, le preguntamos al espejo por el tamaño y forma de nuestros egos: le friccionamos las partes, neblamos de vaho el filo de su adulaje y terminamos lamiendo nuestro reflejo como un fetiche largamente deseado.

Entonces empieza uno a echarse a perder, a cortarse como leche, así de blanco y así de pasmado.

El caldo grueso de la escritura es un malgusto bacteriado, un aromático suero lechal.
Ahora sucede que la poesía
es un largo estorbo contrariado.

sábado, febrero 18, 2006

Cada siglo tiene su chatarra retórica.

Agustí Bartra

viernes, febrero 17, 2006

Poetas y vacas son lo mismo.

jueves, febrero 16, 2006

Si el poema no crotona,
anguila nuestros muerdos.
...algo sombrío y que no remite de pronto lo apremia.
Pero pasa a la diversidad, así se zafa: cierto que está a merced
de la literatura pero quién no.

José Kozer

miércoles, febrero 15, 2006

Aquí hay marasmo...










...y aquí también.
A medida que la vamos rumiando, la escritura nos envilece.

No hay salvación en las letras.

sábado, febrero 11, 2006

Aquí decía algo que ya no dice más.
La poesía lombriza, juntura, lama, lame, allana, asalta, sobaja, agarra, acrobacia, taladro, ciempiés, todo lo bisagra, frontera lo infrontable, especia de picor, alharaca de jolgorio, piedra de afilar, entierra y enterrega, vuela tirabuzona, abusa, amarra gemidora, acuña y aprieta del mismo palo, aserena, aserrina, rasguña temblandito, gelatina bastante, viruela loca, mugra lo alboso, moja lo sequío, deserta arenera y sobre todo, sistemáticamente, dolosa y engañifa, guazona y jodedora, se pitorrea de nosotros, la muy hinchada.

Esa oronda tórrida infranqueable.

martes, febrero 07, 2006

Que los ojos deshojos los despojos
desnudan y traspasan
lo imposible.

Abigael Bohórquez

lunes, febrero 06, 2006

M a l g u s t o

Es maravilloso hasta dónde puede conducirnos nuestro mal gusto. Somos un primor.

Resulta que una vez que hemos decidido ponerle a las palabras (como quien decide qué calcetines ponerse o ponerle en qué cantina), decidimos también que precisamente nuestras palabras, el lenguaje que utilizamos, la forma en que expersamos nuestros piensos, resultan ser producto unívoco de los garabatos que dejamos pintados, como si la decisión la tomaran ellos y no nosotros. Ya en ese estado de cosas, claro, la responsabilidad no es nuestra, y gazumá lo que nos salga de la pluma hoy teclado.

Total que nosotros y las letras, contritos y rabones, ajenos y yuxtapuestos, terminamos haciendo un maridaje pérametantito y saltapatrás que tiene mucho de retruécano y tiene más de notentumas:

- Las letras, haciéndose las desentendidas, chiflandito con la mirada al cielo, lamúcuraestáenelsuelomamánopuedoconella, yo a ti ni te conozco, estoy haciendo mi trabajo, señor, letro letro letro y si te vi ni me acuerdo.

- Nosotros, pagándonos por debajo de la mesa por una noche de loca pasión llena de tropos locos y ditirambos cachondos, convencidos de nuestra genial locuacidad, afiebrados de nosotros como si la neta, como si háganse a un lado, como si uyuyuy. Desarrollamos tremenda hornydad por nosotros mismos, y de ahí a darnos alpiste en el piquito es cuestión de tiempo, ese impío relativamente guarro.

Total, las letras que les vale, nosotros jariosos de Nosotros, y los textos terminan rezumando perfume de gardenias, caldo de pollo para todos, cerrazón almibaradita, febril emulsión melcocha, ungüento armario y ropón, saladitos dulces, melaza chapopota para todos los casos, patitas pa qué te quiero, corazón porquéstastriste, aguota de sabores, conservadores artificiales, luces de Bengala, pomposos donaires, gráciles ademanes, garbosos pavoreales con las manos y un sinfin de pínices y bullangas puestas en una ramita con lucidores bombones blanco y rosa, todo cocinado al calor del fogonazo de nuestros ímpetus penseros, como si el calor, como si las formas, como si nosotros.

¿Sí?

Deberían prohibir las confesiones.
Quemarle las manos a las netas del planeta.

Ñoñazos que somos, muchos terminaríamos turbairacundos y vapuleados, anabolenos y plin, dándonos de puntillas en nuestras rubicundeces, azorados de ser, relapsos de habernos puesto dedo, y el mundo sería un mejor lugar para escribir.

Todo sería de un mal gusto estupendo.
Seríamos primorosos.

domingo, febrero 05, 2006

Si los poetas no punzan, garrapatan.
En tanto uno termina haciendo como si las letras se pusieran en orden con alguna intención oculta, como si ¿qué puedo yo hacer?, como si no fueran las daifonas que dicen no ser a sabiendas de serlo para hacerse más mordiscas y ponernos patetosos y pisados.

¿Qué puede pasarle a una letra mordisqueada? ¿Se le saldrá el jugo del sentido? ¿Se le churen las denotaciones? O peor aún: ¿connota chueco? ¿Chapuza otredad?

Habría que hacer el intento.

sábado, febrero 04, 2006

De alma de hombres los unos se alimentan;
los otros su alma dan a que se nutran
y perfumen su diente los glotones,
tal como el hierro frío en las entrañas
de la virgen que mata se calienta.

José Martí

martes, enero 31, 2006

Si las palabras nos refulgen,
puños de tierra en las orejas.

jueves, enero 26, 2006

¿Qué cuando las palabras se aguamansan?

sábado, enero 21, 2006

Hacer poesía es una persecusión pánica y orgía.
Es buscar la sombra del reflejo de un espejo pando, calabozo y panzabajo.

lunes, enero 09, 2006

Habría que escribir sin créditos. Mientras más creo en lo que escribo más convencido estoy de que lo otro es efectivamente lo otro, y es ahí donde empiezan los empozamientos y las rompeduras.

Dar crédito es creer, y creer es un verbo peligrosamente cercano a las veladoras, a los retratos y a la quiromancia.

Aun así, es imprescindible creer en lo que escribimos, pero más importante todavía es creer en el descrédito de creer. Si olvidamos que la escritura es un doble fondo, una cuerda fofa, una casa de los espejos, terminaremos fondeados, fofos y casaespejodientes.

Quiero creer que no creo en el lenguaje, y por eso lo recreo cucho y ditirambo.

Nada que pueda ser medido por yambos puede ser digno de crédito.

jueves, enero 05, 2006

Mi cuerpo todo es un costal de berenjenas hervidas;
vaho de mi voz
el corazón de una granada.

Soy unos trapos calientes.

domingo, enero 01, 2006

Todas las palabras
-de una u otra forma-
se revelan
como teloneras de lo otro,
como tirabuzonas despatarradas
de sus masallás tanteados.