martes, noviembre 28, 2006

Estoy engrumeciendo de academia:
tengo tronchos los quicios y bolutas las entendederas.

*

La prosapia sabionda supura sopores rancios:
guay de su aguamalía jococa.

miércoles, noviembre 22, 2006

Pero si la poesía es un guiño del lenguaje
retruécano de mis avatares,
¿do pesar que no concilie aldabas lenguaraces?

Entonces alguien llama a la puerta.

(Y la puerta, por supuesto, poniendo cara de palo, lo ignora) Pensándolo bien, las puertas todo lo ignoran.

¿O sí?

sábado, noviembre 18, 2006

Y no hay otra cosa que una ronda de mapaches, un talán talán de síncopas embonas, un sofreimiento de jolgorios al sazón de mantequilla, pluma de plumas y entresueño, tocar tierra con las manos y camina, observar insectos que son ala y zumbor, verdes de espejo visel, de ojos que saber el sabor, de todo y un mecimiento largo, largo, que conduce a dónde y cuánto tiempo, todo es voz y uno escribe que escribe como si las letras, como si la luna que no es de queso, como si es la noche y luego nada, como silencio mullido y entonces, alamar espume y despacio, media sombra y sí, tiesto de rubor, sus pies descalzos.

miércoles, noviembre 15, 2006

Lo peor que puede pasarle a la poesía es la pureza.

lunes, noviembre 13, 2006

AVISO y coda

Este viernes 17 de noviembre, al filo de las 7:30 p.m., estaremos presentando Zoofismas, bestiario poroso y remo, en el Café Literario del Teatro del Estado.

El libro es un recuento de las animaladas guarras que suelen hacer los poetas, especialmente con la poesía.

En la página 75 de ese confesionario, dice a la letra:



Los poetas



Amo a los poetas como a los insectos y a las vacas:

acorazados, animales zumbones,

o grandes corníferos jaspeados de tinta,
pastándose los unos a los orcos,
cínicos y espantasiempre
al filo de la mansedumbre,

casa y caza rehilete
al vuelo de sus moscas,
vitales e improcedentes.

Eso dice.


sábado, noviembre 11, 2006

Si la poesía se oblonga,
horma de sus zapatos.

Entonces los clavos en la suela y punzón,
calcetines olvidados que almidón y sude,
el poema se chirría metonimio
de su lengua perforada,
ric rac y luego cacle.

viernes, noviembre 03, 2006

Palabraje: trapos, tropas, tripas, trepas y postres.

¿Qué hacer cuando el aserrín por las orejas?

miércoles, noviembre 01, 2006

Sobre los Zoofismas escribió mi amiga Elmita, escribidora/jolgorio y estupenda:

La naturaleza permite que el toro brame, que ruja el león, muja el buey, rebuzne el burro, cante el ave, gruña el lechón, ladre el perro, aúlle el lobo, maúlle el gato y relinche el caballo, pero sólo consiente la risa al hombre.

Y es en las coyunturas de los reideros, que el espejo de la fauna que transita el fabulatorio de Zoofismas se construye, mientras el reflejo babélico de algún zoólatra zoantropo zoomorfo, desmiga el vínculo entre el nombre y la cosa: hace de las voces animales asideros a la lengua, acróbatas del diccionario, artificio kamikaze de la palabra, eclosión del verbo que gravita en torno al verbo, lenguaje que a fuerza de decir se muta y se recompone, lenguaje que se escudriña, quimérico, metamorfoseado, y sólo atina a soltar una carcajada.

Gracias gracias gracias.